
Through the woods
Emily Carroll
208 páginas
Roca Editorial
Cruzando el bosque nos muestra un mundo siniestro donde lo habitual es que los monstruos campen a sus anchas y las personas se lo piensen dos veces antes de salir de casa, de irse a dormir y antes de respirar.
Bebiendo del folclore americano y victoriano, las trece historias independientes comparten puntos en común con el imaginario de Stephen King, Tim Burton y Neil Gaiman, con personajes cargados de personalidad y dobles (o triples) intenciones.
Las trece chicas de las trece historias están perdidas y se cruzan con demonios sin cabeza y espíritus que vuelan entre castillos del pasado o pesadillas del futuro. También hay lobos y encantamientos difíciles de romper... a no ser que te atrevas a hacerlo, siempre cruzando el bosque.
Bebiendo del folclore americano y victoriano, las trece historias independientes comparten puntos en común con el imaginario de Stephen King, Tim Burton y Neil Gaiman, con personajes cargados de personalidad y dobles (o triples) intenciones.
Las trece chicas de las trece historias están perdidas y se cruzan con demonios sin cabeza y espíritus que vuelan entre castillos del pasado o pesadillas del futuro. También hay lobos y encantamientos difíciles de romper... a no ser que te atrevas a hacerlo, siempre cruzando el bosque.
Bueno, debo reconocer que el lado superficial afloró en mi al ver esa hermosa portada y el lobo, los colores, las manos en el bosque... Caramba, ya esperaba sentir un poco de miedo al leerlo. Y aunque normalmente tiendo a evadir este tipo de historias, esta vez decidí afrontar mis temores.
Cruzando el bosque nos muestra cinco historias distintas de terror. Personalmente, pienso que el terror en las novelas llega a ser más psicológio, pues no hay un sonido inesperado y un sobresalto al escucharlo. Por ello considero que esta novela gráfica jugó muy bien con elementos, para dejar una idea impresa. Creo que en sí las historias no son terroríficas; lo terrorífico comienza cuando piensas en cómo llegaron a suceder las cosas y en la posibilidad de que pueda pasarte.
De una manera sutil, con una prosa bastante simple, Emily Carroll insertó las historias, los elementos y personajes directamente en mi mente. Y digo esto porque, normalmente, cuando cierro una novela gráfica o comic, olvido absolutamente todo acerca de él; pero no aquí. Terminaba cada historia y me tomaba unos minutos para pensar en lo espeluznante que me resultaba la idea de vivir alguna de esas historias.
Y la verdad es que me ha gustado tanto, que estoy considerando comprarlo en formato físico. Uff.